El otro día yendo hacia el trabajo, me crucé con una niña que discutía con su madre.
La niña se había puesto adornos en el pelo, porque quería ser diferente. Estaba harta de llevar uniforme y que todas las niñas fuesen iguales, y ella no quería ser igual que las demás. La madre la regañaba, porque las reglas del colegio eran que todas tenían que llevar uniforme, el pelo recogido y limpio, sin adornos.
Esa niña será rebelde algún día jejeje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario